Las ilusiones fueron arrebatadas, las esperanzas se las robaron. Y lo que más odia es no poder hacer nada al respecto. “Se cansó de luchar” pero ella ya no acepta las críticas. Por que ni siquiera tiene para escuchar. Porque ya murió, porque el odio la devora con prisa. Porque los recuerdos se aprovechan de su debilidad. Y porque las lágrimas se confunden debajo de esta lluvia. Y lo que antes amaba y pretende olvidar, se ha convertido en su odio. Odia el mundo, la ciudad, la gente e incluso, el aire que respira. Odia los sentimientos falsos, las sonrisas fingidas .
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